La observación de los resultados obtenidos por el país en las últimas evaluaciones internacionales, las cuales en su mayoría evalúan razonamiento matemático, nos llama a buscar nuevas estrategias de formación de nuestros estudiantes. Para esto necesitamos entender las relaciones que existen entre los diferentes tipos de razonamiento y los perfiles de pensamiento matemático establecidos.
Esto ha llevado, no solo a nivel nacional, a analizar diferentes estrategias y objetos de aprendizaje que permitan desarrollar programas de excelencia donde los estudiantes se involucren en un aprendizaje significativo mediante experiencias individuales y colaborativas que fomenten su habilidad para dar sentido a las ideas matemáticas y para razonar de una manera matemática (NCTM, 2014, p. 5)
En la búsqueda de estos nuevos modelos de formación basados en el desarrollo de razonamiento matemático, diferentes grupos de investigación se han dedicado a estudiar distintas formas de desarrollar razonamiento espacial (Lowrie & Jorgensen, 2018; Mulligan, 2015; Khine, 2017; Gagnier, Fisher, 2017; Lin, Chen, & Chang, 2015; Mulligan, Woolcott, Mitchelmore, & Davis, 2018) ya que este es fundamental para desarrollar la capacidad de pensar en tres dimensiones. A la vez, le permite al individuo percibir, recrear, transformar imágenes, así como producir o decodificar información gráfica (Inciarte & González, 2012). Otros investigadores se han dedicado a buscar la relación entre el Razonamiento Espacial y Numérico (Battista, Winer, & Frazee, 2017; Schultz & Bhatt, 2016; Altıner & Doğan, 2018) ya que este último mide la capacidad de comprender relaciones y conceptos expresados en números y el desarrollo de ambos podría ser útil para comprender y resolver diferentes tipos de problemas tomando en consideración los perfiles de pensamiento matemático.